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lunes, 8 de agosto de 2011

Londres sacudida por violentas protestas


Los disturbios más violentos de los últimos años en un suburbio de Londres, luego de que policías armados dieran muerte de un joven, dejaron 29 heridos y dieron lugar a 48 detenciones.

Al menos 26 agentes de Policía resultaron heridos en el transcurso de los disturbios de la noche del sábado en Tottenham, en el marco de las protestas por la muerte de un residente de la localidad durante una operación policial, y que también se han saldado con 42 detenidos, según informaron fuentes policiales al diario The Guardian.

Los enfrentamientos se iniciaron el sábado tras una manifestación para reclamar "justicia" por la muerte de Mark Duggan, de 29 años, padre de cuatro hijos, ultimado el jueves durante un operación llevada a cabo por policías armados.

Decenas de agentes participaron en una operación extraordinaria para acordonar el epicentro de los disturbios, Tottenham High Road, donde al menos 300 personas prendieron fuego a edificios, papeleras y vehículos, en protesta por la muerte de Mark Duggan, a quién 120 personas dedicaron una vigilia silenciosa con una marcha que terminó ante la comisaría de Policía de la ciudad, justo antes del inicio de los disturbios. 

 Según parece, Duggan, de 29 años, raza negra y padre de cuatro hijos, fue abordado por los agentes cuando viajaba en un taxi en el transcurso de una operación contra el tráfico de armas en la comunidad negra de la ciudad.

La secuencia concreta de eventos está todavía bajo investigación de la Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC), pero se cree que Duggan podría haber abierto fuego al menos contra un policía, que salió ileso porque la bala se quedó alojada en la pequeña radio que llevaba enganchada en el uniforme, según fuentes policiales a Sky News.

La ministra de Interior, Theresa May, ha condenado "absolutamente" la violencia. "Tal desprecio por la seguridad pública y la propiedad es intolerable", aseguró en sus primeros comentarios tras los disturbios.

También desde Downing Street se ha condenado la violencia en la ciudad británica. "No hay justificación alguna para agredir a la Policía o para dañar la propiedad pública", aseguró un miembro de la oficina del primer ministro, David Cameron, bajo el anonimato.

"No era un muchacho violento. Estaba involucrado en cositas, pero no era agresivo. Nunca hirió a nadie", explicó una mujer de 53 años amiga de Duggan.

Esta manifestación se desarrolló sin incidentes, pero, poco antes de anochecer, dos vehículos de policía fueron atacados con cócteles molotov y se incendiaron.

Posteriormente ardieron un autobús de dos pisos y varios edificios, incluyendo un supermercado, así como dos coches de policía.

También fueron saqueados cajeros automáticos y tiendas, de las que salían personas encapuchadas con carritos de supermercado llenos de mercadería, según imágenes de la televisión británica.

"Aldi (un supermercado perteneciente a una cadena del mismo nombre) estaba en llamas, y los revoltosos instalaron barricadas. Era verdaderamente terrible, una locura", declaró Stuart Radose, un habitante del barrio cuyo edificio fue incendiado.

"No queda nada, es una locura. Parece la Segunda guerra mundial, o que hubiese habido un bombardeo", añadió.

La familia del joven muerto el jueves llamó este domingo a la calma. "No toleramos ese tipo de acciones. Sé que la gente está frustrada, furiosos, pero les digo: por favor, paren", dijo el hermano de la víctima, Shaun Hall, en la cadena Sky News.

Esta explosión de violencia es la peor vista en años en los suburbios de la capital británica, que en los últimos meses se vio sacudida, en sus barrios céntricos, por manifestaciones de estudiantes y sindicatos.

Unidades antidisturbios y de la policía montada retomaron con dificultad el control de la calle principal de Tottenham, durante la noche. Se enfrentaron a la multitud enfurecida y trataron de permitir a los bomberos combatir el fuego, mientras eran blanco de cócteles molotov y pedradas.

"Es importante recalcar que lo principal para nosotros es la seguridad del público. (...) Nuestro primer objetivo es recobrar la normalidad", dijo el comandante de policía Stephen Watson, quien reconoció que las fuerzas del orden público subestimaron el potencial de violencia de los incidentes.

En 1985, violentos disturbios tuvieron lugar en este barrio, tras una intervención policial en la que resultó herido un civil. En los enfrentamientos, se mató a golpes a un policía.

El primer ministro británico, David Cameron, calificó de "inaceptables" los disturbios del sábado y estimó que "nada justifica que se agreda a la policía y a la población o se dañe la propiedad".

El parlamentario de Tottenham, David Lammy, hizo un llamado a la calma. "Quienes recuerdan los asoladores conflictos del pasado tienen que actuar con firmeza para no volver a vivir algo así", añadió.

"Ya tenemos una familia que llora a un muerto y más violencia no va a aplacar el dolor. La verdadera justicia sólo se puede ejercer después de haber investigado los hechos", declaró.

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